martes, 15 de julio de 2014

Ultimado a balazos un mensajero en la invasión de La Machirí

Pocos minutos después del crimen de Yeison Gutiérrez López,
funcionarios del Departamento de Investigaciones Penales
 de la Policía Nacional Bolivariana, detuvieron al presunto
autor material del hecho y a un colaborador.
Un mensajero fue asesinado, de al menos seis balazos, en plena vía pública de la invasión “Colinas de Maisanta”, en  La Machirí, municipio San Cristóbal. 

Yeison Danoy Gutiérrez López, de 25 años de edad, tenía su domicilio en la calle Fidel Castro de la mencionada invasión, donde este domingo, aproximadamente a las 7:00 de la noche, fue atacado por un vecino que más tarde fue capturado por efectivos de la Policía Nacional Bolivariana, junto con un presunto cómplice o colaborador. 

Fuentes policiales indicaron que Yeison Gutiérrez y quien más tarde se convertiría en su victimario, sostuvieron una discusión, en la que incluso hubo amenazas de muerte de uno hacia el otro, situación  que  una vez terminada, se creía que de allí no pasaría. 
Sin embargo, el vecino con quien discutió, buscó un arma de fuego y fue a buscarlo. Al hallarlo cerca de su casa, sin mediar palabra comenzó a dispararle en repetidas oportunidades, para luego darse a la fuga a pie.

Se dijo que mientras huía en veloz carrera, “Jorge”, como identificaron al presunto agresor, se encontró con un vecino que estaba frente a su casa, al cual le pidió que le guardara  el arma que acababa de disparar contra el mensajero. Se conoció que pese a que éste le recibió el arma incriminada, en lugar de esconderla en su casa, asustado la lanzó al patio trasero de una vivienda vecina. Gravemente herido, Gutiérrez López fue trasladado por sus familiares en un vehículo particular hacia la sala de emergencias del  Hospital Central, donde falleció minutos después,  mientras que funcionarios del Departamento de Investigaciones Penales de la PNB que fueron notificados del hecho, se trasladaron hasta el sitio del suceso, donde recabaron información por parte de los vecinos. 

Indagaron a través de los testigos del crimen, los posibles lugares donde pudiera haberse escondido el agresor, fueron hasta su casa, allí mismo en la invasión, pero no lo encontraron, por lo que también les sugirieron a los policías que podría haberse “enconchado” en casa de su progenitor, en la calle 1 con carrera 18 del barrio Genaro Méndez, y hasta allá se trasladó la comisión policial. Efectivamente lo encontraron. 

Pese a la  supuesta resistencia del padre para que no se lo llevaran, los policías lo apresaron. De manera extraoficial, se dijo que el hombre habría confesado a los funcionarios que sí disparó contra el muchacho, pero que lo hizo antes que fuera él quien le quitara la vida, al asegurar que lo había amenazado. Al interrogarlo sobre el paradero del arma, terminó confesando que se la había entregado al vecino, el cual fue posteriormente detenido por colaborar en el crimen del mensajero. Igualmente recuperaron el arma, una  pistola marca Smith & Wesson, calibre 9 milímetros, con su respectivo cargador, sin balas. (MB)

(Fuente: Diario La Nación)

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